11. EXPERIENCIAS GRATIFICANTES Y PARTICIPACIÓN ESCOLAR

¡Buenas!

Antes de nada me gustaría comentar que, en clase, comenzamos a estudiar la participación escolar y la participación de los alumnos en los centros educativos. Así, vimos que se debía animar a los alumnos a participar en las actividades del centro y a contribuir en la convivencia. Para observar como esto se llevó a cabo, contaré algunas experiencias gratificantes que viví en mi instituto y, algunas propuestas que podrían contribuir para que esto sea así.

En mi opinión, las cosas que se ven y se sienten enseñan más en cinco minutos que en una hora de clase. Muchos de mis profesores, con excursiones a la sierra, a Ávila, a las Médulas, Astorga, Clunia, nos enseñaron a respetar el medioambiente, nos contaron la historia de la mejor forma posibles o incluso nos enseñaron latín. Estas son actividades que los alumnos disfrutan mucho, que agradecen y con las que aprenden muchas cosas que permanecerán en sus recuerdos. 

Por ejemplo, una de las experiencias más gratificantes en el instituto, fue un intercambio que las profesoras de francés realizaban con un instituto de Francia. Las profesoras lo hacían con la mayor ilusión posible y para que nos sirviése como experiencia única. Así, Rosa y Celia nos pusieron en contacto con alumnos iguales que nosotros de un instituto en Caen, en Normandía. Nuestros compañeros franceses pasaron una semana con nosotros en Íscar y, éstos, hicieron muchas excursiones con las que se pretendía que aprendiesen un poco sobre la cultura y la historia de España. Después, unos meses más tarde, nosotros fuimos a Caen, donde vivimos una semana con nuestros "correspondants". Allí, visitamos "Le Mont Saint Michel" una de las maravillas que más me han impresionado en mi vida, donde andamos por arenas movedizas y aprendimos muchísimo; fuimos a las playas de Normandía, en concreto "Omaha", en la cual se produjo el famoso "desembarco de Normandía", allí pudimos "ver" la historia. Todo esto fue apasionante, vimos antigüedades reales de la segunda guerra mundial, y desde entonces, es un tema que me interesa muchísimo; por no decir que, además, allí empecé a enamorarme de la lengua y la cultura francesas. 
Este viaje nos enseñó mucho sobre la vida, sobre la diversidad, sobre el respeto, la cooperación, la historia, la cultura y los idiomas; sin duda, una experiencia increíble.

Aquí os dejo unas fotos:




(¡¡¡Esta foto es en el hueco que dejó una bomba!!!)

Después des este viaje, en el aula se vieron todos los contenidos del viaje de forma teórica, y los alumnos no hacían más que participar.

También nos llevaron de viaje a Bath, Inglaterra, otro lugar, en el yo y otras dos amigas vivimos con una mujer que vivía en Bath pero, que resulta que era italiana. Estudié mucho inglés y conocí la cultura inglesa, y las costumbres de allí. Aprendí sobre la monarquía británica y muchos hechos sobre la guerra. Fue una experiencia única. Después, las relaciones con la profesora y el resto de alumnos eran mucho mejores y, se nos animaba a hablar en el aula sobre cualquier cosa.


También fuimos a Praga de viaje de fin de curso, una ciudad preciosa, en la que en cada una de sus calles se formaba un cuento; una historia. Fue una experiencia única.


Así terminan mis experiencias, aunque podría hacer un libro de las cosas tan bonitas que todos vivimos en esos tiempos. Todas estas experiencias se crearon gracias a la iniciativa de algunos profesores; con los que estaré eternamente agradecida.

Dicho esto, se ve venir que mis propuestas van a estar encaminadas a realizar viajes e intercambios. Pienso que para aprender historia o, para aprender idiomas, es imprescindible que el centro con los profesores tenga un cupo de propuestas a las que los alumnos puedan inscribirse. A mi parecer, viajar te enseña muchísimo sobre cultura, historia, e idiomas (lo que yo pretendo enseñar). Por lo tanto, creo que las propuestas más adecuadas a mi enseñanza serían viajes a Reino Unido, Irlanda, un intercambio a Estados Unidos, un campamento de inglés, etc. Además, las visitas a museos, a teatros, o incluso a auditorios pueden ser muy enriquecedoras; los alumnos se animarán a participar y siempre estarán muy agradecidos aunque nunca nos lo digan. Después de las actividades extraescolares se puede aprovechar el interés que los alumnos han acogido fuera del aula y, transportarlo hacia su interior.

Mediante preguntas rutinarias de los temas, relacionándolos con las asignaturas, se crea un buen clima de aula, se llama al interés de los alumnos y así se aprende de una manera gratificante.

Espero que os haya gustado mucho; ¿cuáles serían vuestras propuestas?
Muchas gracias por leerme de nuevo.
Un saludo,
Sara



Comentarios

  1. ¡Totalmente de acuerdo contigo Sara! Los intercambios y viajes son una forma muy buena de motivar a los alumnos en el aprendizaje de idiomas

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  2. Todo el tema de viajes, intercambios, experiencias fuera de las aulas son muy enriquecedoras y el ánimo cambia. Todo se vuelve mucho más vital y, sobre todo práctico. Esto hace que la disposición a participar sea muchísimo mayor. Muy interesante tu experiencia Sara ;)

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  3. Sin duda, mis experiencias de intercambio (Francia y EEUU), junto con el Erasmus de la carrera, no sólo me motivaron para seguir estudiando, sino que me abrieron un mundo de nuevas posibilidades.

    Me encanta tu blog, y gracias por las reflexiones!

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  4. Exactamente Sara ! Las actividades fuera del aula y más cuando son viajes hacen que el alumnado este mucho más motivado y se fomente un aprendizaje más significativo

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